Este corte es considerado una joya dentro de las parrilladas, asados, carnes asadas que se lleven a cabo en cualquier lugar o momento.

Es la porción central del bistec de costilla, pero con el hueso (a diferencia del corte de “Rib-eye”). Originalmente es uno de los cortes más finos, suaves y caros en el mercado. Sin embargo, quedarás más que satisfecho.

Viene siendo la misma pieza que el “Rib-eye”, pero la diferencia radica en el grosor y la característica fundamental del hueso que sobresale de la carne. Algunas veces es comparado con el Tomahawk, pero cuentan con sus diferencias.

El sabor es para chupar el hueso.

El nombre, curiosamente, se le atribuye por los vaqueros que en los montes donde se encontraban, no contaban con los utensilios necesarios para comer y cortar la carne. Así dejaban el hueso largo para poder sostener el pedazo e irlo masticando poco a poco.

Para este corte no se necesita más que sal y pimienta. Así de magistral es el sabor natural y jugoso.

(Cabe mencionar que puede sazonarse con más ingredientes al gusto,

la imaginación es nuestro límite).

Requisitos para ser disfrutado al máximo:

• Corte de 1 pulgada
• Término ¾ de cocción
• Sal, pimienta y un par de vueltas (5 minutos por lado).
• Acompañado de buen carbón a fuego moderado.
• Dejar reposar en su jugo algunos minutos y voilá!
• Compartirlo con la mejor compañía, familia y amigos.

Algunas recomendaciones y curiosidades:

Es un corte grande, que puede pesar entre los 500-800g. (con hueso, claramente).

El precio promedio es de $260 MXN (dependiendo el kg.).

Es fácil de encontrar y aún más fácil de disfrutar.

Es una carne perfecta para meterla al grill si eres de paladar de carne tradicional. Sal de mar en grano hará gran parte del trabajo. Preparar a término medio o ¾ y no cocinar de más, para rescatar su jugosidad.

Otras opciones de receta:

• Cowboy al ajillo:

• 1 corte de Cowboy entre 1 y 2 pulgadas.
• 4 cucharadas de diente de ajo (finamente picadas)
• 2 cucharadas de romeo fresco (finamente picado)
• 3 cucharadas de mantequilla sin sal
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• Sal de mar y pimienta al gusto

Procedimiento:

Prepara el fuego a una temperatura alta (232°C-287°C)

Barniza el corte con aceite de oliva por ambos lados, agrega los demás ingredientes (romero y ajo) y la sal y pimienta al gusto.

Precalentado de 8 minutos y dar vuelta constantemente al ajo para que no se queme.

Coloca el corte en la plancha (6-7 minutos por lado), voltea una sola vez, creando una costra.

Reposa 10 minutos y sirve caliente.

• Cowboy en salsa (4pax.):

• 1 corte Cowboy de 1 pulgada
• ½ aguacate
• ½ pepino
• 1 diente de ajo
• 5 chiles serrano
• 150g. de tomatillo
• 4 limones
• 1 manojo de cilantro
• 10 cucharadas de aceite de oliva
• 1 cucharada de sal ahumada

Procedimiento:

Untar el corte con aceite de oliva y agregar cucharada de sal ahumada.

Colocar el corte en el asador a fuego alto y sellar 5 minutos por cada lado. Después pasarlo a fuego indirecto (55°C).

Para la salsa: mezclar el aguacate, pepino, ajo, chile, tomatillo, jugo de los limones, cilantro y el resto del aceite de oliva.

Juntar y dejar que absorba y se esparza junto con los jugos.

Servir caliente y bañado en la salsa preparada.

El corte Cowboy es una elección de confianza y que acompañará a la parrillada con gran carácter.

No olvides tenerla entre las favoritas y las clásicas de la cocina.

Te sentirás galopando por el camino disfrutando del mejor sabor.

¿No sabes qué corte de carne servir para deleitarse con un gran sabor?

Descuida, aquí te traemos la respuesta. Sin lugar a dudas debes conseguir un buen corte de Rib-eye.

El ojo de costilla, de la traducción del inglés de “Rib-eye”, es la porción central del bistec de costilla, pero sin el hueso. Originalmente es uno de los cortes más finos, suaves y caros en el mercado. Sin embargo, quedarás satisfecho, así que una muy buena inversión vaya que sí lo es.

¡Que no te hagan “buey”! El corte es por la parte de arriba de la costilla. Si recibes otro corte, no disfrutarás del verdadero “Rib-eye”.

Debido a las vetas de grasa que posee, le otorga una jugosidad y sabor clave al final de la preparación. Tiene un color rojo claro, asemejado al de la cereza, cuenta con una textura firme y gruesa, aunque por ser la sección de la costilla es más blanda y grasa, es simplemente brillante.

Una de las ventajas es que al estar en esta zona carece de materia extraña, por ejemplo: coágulos, golpes o magulladuras. Totalmente limpia de tales embrollos.

Simplemente uno de los cortes más deliciosos y populares en el mundo entero.

Valor nutricional:

• Alto porcentaje de fuente de vitaminas del complejo B (proporciona energía para el cuerpo y el cerebro).
• Gran cantidad de hierro (oxigenación en la sangre para mejor funcionamiento).
• Posee de 20% a 30% de proteínas (necesarias para el mantenimiento corporal).

Y si no sabe por dónde empezar para cocinar un buen trozo de esta carne, aquí les compartimos algunas instrucciones para cocinar fácilmente:

-Este corte puede prepararse a la parrilla, asado o frito. Dependiendo el gusto y el estado de ánimo de los invitados.

-Es necesario que el Rib-eye se encuentre a temperatura ambiente antes de cocinarlo.

-Nunca salar antes de cocinar a menos que se utilice el método de curado con sal del bistec.

-El refrigerado debe mantenerse a una temperatura de 0° a 4° C y al cocinarlo la temperatura varía entre los 46° y 67°, dependiendo el término en que se desee servir:

[Término inglés – 46°C]

[Término rojo – 48-50°C]

[Término medio rojo -52-54°C]

[Término medio – 56-58°C]

[Término ¾ – 65-67°C]

-Por cada lado se dejará reposar:

• Cuando es a la parrilla, entre 5 y 6 minutos por cada lado.
• Cuando es al horno, entre 2 minutos por cada lado.
• Cuando es frito, después de empanizar el corte con dos huevos y un tercio de taza de leche, se aplican entre 5 y 6 minutos por cada lado, cubierto con aceite suficiente.

-Se puede agregar aceite de canola, de oliva al gusto. Espolvorear con pimienta negra y especias.

-Se puede acompañar de deliciosas papas gajo, cebollitas cambray o cualquier otro antojo que se apetezca.

¡Y listo!

Puede parecer complicado, pero es lo más sencillo de preparar y lo más delicioso de probar. Cada minuto invertido valdrá la pena para el paladar al final.