El fuego nos une, ventajas de parrillada en familia
El fuego, como todos ya lo sabemos, es un elemento vital para la vida del ser humano. Desde tiempos inmemorables ha ayudado a satisfacer distintas necesidades como: calentarnos en épocas de fuertes fríos, iluminar nuestro camino, pero lo más importante, y que ahora presumiremos, es su utilidad en la cocina. A la hora de preparar alimentos y llevarlos a nuestras mesas.
¡En este caso será llevarlos a nuestras parrillas!
La carne es un alimento fundamental para nuestra supervivencia, o por lo menos para nuestros placeres culinarios. Los cortes de carne en las parrilladas y asados se disfrutan todavía más estando en familia o en compañía de tus seres más queridos.
Además de que esta preparación les otorga sabores muy diferentes y es una buena oportunidad para lucirse con la suegra.
¡Más jugosos!
¡Más sabrosos!
El ambiente de estas parrilladas en familia es especial dependiendo del espacio en donde se compartan:
En casa:
La comodidad del hogar siempre es el mejor espacio y tiempo para compartir con familia y amigos.
Puede ser una reunión de deportes entre amigos, en donde abunden las botanas y cervezas.
O puede ser una reunión familiar en donde abunden los postres y las sonrisas.
Si se cuenta con un jardín, pueden disfrutarlo aún más. Es lo ideal, para que el olor no se impregne en los muebles o se ensucien otras superficies dentro de casa.
En el jardín todo es fiesta y los ánimos se encienden. Un momento clave para dejar de pensar en otras cosas y empezar a disfrutar un buen corte de “Rib-eye” junto al abuelo.
En el parque:
Algunas ciudades cuentan con espacios abiertos en donde ya hay montadas parrillas fijas para quien desee usarlas.
Esta es una característica que poseen los parques y vaya que la agradecemos.
Con bancas de madera en donde una familia entera puede sentarse cómodamente.
Disfrutas al aire libre, degustas los excelentes cortes mientras escuchas el sonido de la naturaleza.
Es una muy buena opción para pasarla todos juntos.
Los niños pueden jugar, el perro puede correr, los adultos pueden conversar, y todos juntos pueden comer como reyes y reinas.
Acampando:
Una ventaja que proporcionan las parrillas eléctricas, llevarlas a cualquier lugar.
No importa lo alejado de la civilización que se encuentren. Sacas la parrilla frente al lago, tiras los cortes y sirves con una refrescante bebida.
Así se podrán acompañar las historias de terror o recuerdos que se cuenten alrededor de la fogata.
No hay por qué limitarse. Las parrilladas en familia pueden hacerse en cualquier lugar, la compañía es la que cuenta y la que vale en todo.
Las parrilladas en familia traen beneficios en todos los sentidos. Son momentos únicos, que se repiten pocas veces y suelen ser de gran apoyo, emocionalmente, sobre todo.
La familia siempre estará ahí para disfrutar de una maravillosa parrillada, sea donde sea, pero con la misma calidad de cortes y sabores.
¡Disfruta en familia! ¡Disfruta en parrilla!
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Tipos de asadores
Para no quedar mal con los amigos, la familia ni contigo mismo, debes tener en cuenta el tipo de asador que te ayudará a preparar el mejor corte que traerás a casa para la parrillada dominguera.
Por eso mismo te mostramos ahora las opciones con las que puede uno lucirse, dependiendo del tipo de terminación que se le quiera dar a la carne.
Recuerda que el tamaño del asador sí importa… Para cuando se quieran cocinar grandes cantidades, claro.
Antes de entrar a los tipos de parrillas, hay que tener en cuenta, y es de suma importancia, el tipo de fierro sobre el que se colocarán las carnes. También va de por medio el modo en que encenderemos el fuego. Ya sea con carbón, leña, gas o, en su último debido caso, eléctricamente.
El fierro varía entre redondo y en “V”.
- Redondo
Permite que la grasa y los líquidos de la carne vayan cayendo a las brasas durante la cocción.
Estimula el ahumado gracias a dicha combustión.
- En “V”
Por su forma angulada logra atrapar gran parte de los líquidos de cocción antes de que caigan a las brasas.
Deben tener cierta inclinación para un mayor y mejor funcionamiento.
Gracias a ello, el carbón o la leña durará más tiempo.
Las parrillas pueden variar, siendo éstas de:
Pie:
- Parrilla abierta:
El fierro es en “V”.
El calor se puede regular subiendo y bajando el nivel de la parrilla (alto, medio, bajo).
Algunos cuentan con el ataúd, usando el calor de arriba hacia abajo, un estilo de horno debajo de la parrilla (para cortes más gruesos).
Se trabajan muy bien las arracheras, diezmillos, picañas, etcétera (cortes más delgados).
- El medio tambor:
Lo importante es estar cómodos al momento de cocinar.
El medio tambor, o también conocido como Pancho del Sur, es una muy buena opción.
Nos permite hacer brasas en un lugar despejado y lejos de otras superficies que podrían llegar a dañarse.
Su altura también es de gran importancia (un metro o más de altura). Ya que el parrillero no tiene que estarse agachando para darle vuelta a los cortes.
Nunca falla.
- Kettle con tapa:
Parrilla redonda al carbón.
Usada para cortes más gruesos.
Es una herramienta costosa, pero es un lujo cocinar en estas, haciendo de la inversión un manjar para todos los paladares.
Hecha con materiales firmes y con excelente aislación, sin riesgo de accidentes.
Su diseño incluye tapa y termostato para tener un mayor control de la cocción.
El resultado nos da una carne muy blanda y con acento ahumado.
Fijas:
Las tradicionales parrillas que se encuentran en nuestros patios o jardines para las parrilladas en conjunto.
Brindan espacios más grandes para colocar ingredientes y sazonar los cortes.
Pueden ser de gas, leña o carbón.
Gas:
Con esta opción nos podemos ver librados de almacenar otros materiales como: leña o carbón, que pueden llegar a ser complejos y sucios si se cocina en espacios pequeños.
Se puede variar la temperatura (baja o alta) regulando, fácilmente, la potencia de los quemadores.
Se puede ajustar la altura de la parrilla (normalmente cuentan con dos niveles)
- Ventaja:
Una más rápida y limpia preparación.
- Desventaja:
No se obtiene el mejor sabor de la carne. Dejando probablemente insatisfecho al paladar exigente.
Eléctricas:
Esta opción solamente será usada cuando, ninguna de las anteriores, sean posibles.
El resultado se asemejaría a una plancha caliente.
Carece del efecto del brote de líquido y el ahumado que las otras parrillas proporcionan.
Algunas cuentan con tipo grilla, una superficie rugosa que permite marcar la carne, funcionando como los fierros redondos o en “V”.
Ahora solo falta el parrillero para llevar a cabo la magia.
Selecciona cualquier parrilla y comienza a sazonar esas carnes… que ya tengo hambre.
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Maneras de prender el carbón
¿Alguna vez te has preguntado por qué el asado no salió como la última vez?
Usaste los mismos carbones y los cortes no supieron igual. No tienes nada de qué preocuparte, anota lo siguiente, que te enseñaremos las distintas formas de encender el carbón que puedes utilizar para tus parrilladas y no volver a caer en el mismo error.
Para no quedar como un parrillero que ni prender las llamas puede.
Si bien puedes iniciar el fuego de tu asado con cualquier elemento que genere combustión, como la leña, siempre es recomendable que lo hagas con materiales aptos para una nueva parrillada y que te ayuden a darle ese toque único a la carne que vas a preparar.
Entre las opciones que tendrás disponibles para avivar las llamas están las siguientes:
El carbón vegetal, el quebracho blanco, el de encino, el de mezquite, el de ébano, briquetas, la leña, etcétera.
Ahora te mostraremos las formas más caseras y novedosas para prender la fiesta… digo, la parrilla.
El acomodo básico:
Utensilios:
-Servilleta de cocina
-Carbón a tu preferencia
-Aceite para cocinar (el que guste)
Como en el antiguo Egipto. Formaremos una pirámide con lo pedazos de carbón. De grandes (en base) a chicos (en punta).
Al centro, debajo de los carbones, va nuestra servilleta doblada con un poco del aceite de cocina. Lo encendemos, tapamos la punta y trabajará por sí solo. Se puede oxigenar con un pedazo de cartón para mayor velocidad.
Listo en 10 minutos.
El cilindro:
-Briquetas
-Cilindro
-Pedazo de bolsa de carbón
Vertimos las briquetas dentro del cilindro. Las retiene con una reja que tiene debajo, dejando un espacio en donde colocaremos ese pedazo de la bolsa de carbón. Lo hacemos bolita, sin comprimirlo de más y lo encendemos. Esperamos 15 minutos y a darle a los cortes.
Otro clásico:
-Carbón de preferencia
-Ocote o “Pino Moctezuma”
Con esto lo harás al 100% natural. Solo necesitarás una barra de ocote (partida en dos o completa), la clavamos en la base del carbón, y a prenderlas. Estas desprenden un poco de humo, pero todo es natural, nada de qué preocuparse. Le damos 20 minutos y ya está listo.
A las hierbas finas:
-Carbón de preferencia
-Iniciadores de lana de madera
Como los acomodos pasados, colocamos la yesca en medio de los carbones, y como toda yesca, solo hace falta un toquecito del encendedor. Estará listo en algunos minutos y ¡voilá!
Otras herramientas que facilitan el encendido:
- Cubos Weber (sin olores, sabores ni líquidos que afecten el alimento)
- Líquidos hechos a base de aceite de cocina
- Resistencia eléctrica (como si fuese un volteador de cocina):
Se conecta y se pone debajo de los pedazos de carbón. 5 minutos son suficientes para encenderlo rápidamente.
- Alcohol en gel (pero lo más recomendable es hacerlo tradicional, a la antigüita)
¡Ahora todo depende de ti!
Selecciona lo que mejor te convenga y domina el arte de encender el asado.
Recuerda, cada método les dará un sabor u olor diferente a los cortes. Ya depende del gusto y el toque especial que se le quiera dar.
Ahora solo queda demostrar ser el mero mero para que la familia o amigos se deleiten con ese sabor fresco y jugoso que le darás a todos y cada uno de los cortes que se preparen.
¡A calentar, carbón!
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